Este año gran parte del alumnado empezaba el curso con muchas ganas. Después de tanto tiempo se hace visible la importancia del espacio escolar de aprendizaje presencial. Ha sido duro, sí, y todo esto lo está siendo, pero hemos podido volver a la presencia. Es importante que recordemos que hace unos meses estábamos en confinamiento casero.
El primer día se acusan los cambios y las novedades y como tal, es normal que las vivamos con incertidumbre, dudas, inseguridad… pero a medida que pasan los días nos vamos encontrando mejor y los y las peques también ¿verdad? Los rituales de higiene, las distancias y las mascarillas no pueden con el esfuerzo que se está haciendo desde el cole por mantener la calidad de la enseñanza y el respeto a las personas. Es fascinante poder vivir estos tiempos aunque por momentos sean complicados. Al final eso es la vida, momentos buenos, momentos malos y aprendizaje a través de las experiencias. Pues esta está siendo una experiencia asombrosa e inimaginable hace tan solo un año.
Cierto es que la falta de contacto, de juguetes, de materiales… merma a priori nuestra imagen sobre la calidad de la enseñanza pero también es cierto que estas situaciones están provocando otras maravillosas. El descubrimiento de juegos esenciales sin artefactos, las miradas atentas y expresivas, la imaginación para poder superar las limitaciones. Todo ello depende mucho de las familias y de aquello que transmitamos a nuestros hijos e hijas. ¿Qué tal ver las novedades de otra forma? Utilizar un lenguaje más positivo también nos puede ayudar. Puede que no estar tan pendientes de las novedades y noticias nos libere de esa presión informativa cambiante, que más que conocimiento crea ignorancia. Si toda la gente se dedica a pensar en un asunto, no hay nadie que se fije en otros. Con frecuencia la mayor de las injusticias es la falta de atención. Prestemos más atención a nuestros hijos e hijas, a las opciones que se abren cuando una puerta se cierra.
Desde la Apyma estamos con ganas y ánimo para arrancar con nuevas propuestas accesibles y enriquecedoras. ¿Qué tal más opciones al aire libre?¿qué os parece descubrir de forma diferente el arte, el contacto con los animales, el encuentro respetuoso y distanciado pero igualmente sincero? ¿Qué tal si vamos pensando en la posible cooperación entre familias si confinan a nuestras clases para poder conciliar? Imaginemos y cooperemos para construir nuevas realidades.
Rompamos las fronteras. Estamos conectados como los árboles. ¡Arriba las ramas!